La clave para destacar: Una buena analogía
En las oposiciones, captar la atención del tribunal puede ser un elemento diferenciador crucial. Un ejemplo reciente de este verano es el del opositor @maestroarrocero, que sorprendió a su tribunal utilizando una paella como analogía durante la defensa. Sin embargo, la sorpresa por sí sola no garantiza el éxito; es esencial que estas analogías estén integradas de manera coherente y fundamentada en la exposición.
La importancia de la coherencia en las analogías
El uso de analogías es una excelente opción para hacer que conceptos complejos sean más accesibles y fáciles de recordar. Como muchos profesores que vuelven de sus vacaciones de verano saben, una buena analogía debe estar alineada con los objetivos de aprendizaje para ser realmente efectiva.
Héctor Ruiz Martín lo subraya en su obra “¿Cómo aprendemos?”: las analogías bien diseñadas no solo facilitan la comprensión, sino que también refuerzan la retención del conocimiento. Sin embargo, si se utilizan de manera superficial o sin conexión con el contenido, pueden generar confusión, desviar la atención y, en última instancia, afectar negativamente la evaluación del tribunal.
Creatividad al servicio de la didáctica
La creatividad en la enseñanza es un recurso valioso, pero siempre debe estar al servicio del contenido educativo. Al igual que un buen arroz debe ser equilibrado en sus ingredientes, cualquier elemento, innovador o no, debe tener un propósito claro y contribuir directamente a los objetivos de aprendizaje, tal como subrayan Paul A. Kirschner y Carl Hendrick en “How Learning Happens”.
La originalidad sin un propósito pedagógico claro puede ser vista como una distracción en lugar de un recurso para el aprendizaje.
Evita la sobrecarga cognitiva
John Sweller, a través de su teoría de la carga cognitiva, explica que una presentación saturada con información irrelevante puede sobrecargar la capacidad de procesamiento del tribunal, lo que impide una evaluación adecuada del conocimiento del opositor.
Es fundamental, entonces, que las analogías y recursos creativos estén perfectamente integrados con el contenido principal, como los ingredientes en una paella bien preparada.
Cada elemento de la presentación debe apoyar y reforzar el aprendizaje, en lugar de desviarse de los objetivos didácticos.
Con el final del verano acercándose, muchos profesores están terminando sus vacaciones y preparándose para el nuevo curso. Utiliza este enfoque en tu aula, resalta la originalidad y asegura que el contenido esencial se transmita de manera clara y efectiva, como un buen arroz que deja un sabor inolvidable.
Tu alumnado aprenderá más y mejor, recordará más aquello aprendido y tú, te beneficiarás por haber puesto en práctica aquello que debes hacer frente al tribunal para que te salga de forma natural el día de la defensa.
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