Pérdidas centenarias
Ocurrió hace años, en El Bierzo.
Amarillos, ocres, rojizos y verdes se mezclaban como si alguien hubiera derramado una caja de lápices sobre las laderas de Las Médulas.
La profesora de Cultura Clásica nos llevó allí y con escepticismo pensé: “¿Una excursión a unas minas antiguas?”. A los 5 minutos de llegar, ya no lo era.
Entre los castaños, me quedé atrás. No era muy fan de la orientación (debería haber prestado más atención en Educación Física). Cuando quise volver con el grupo, me di de bruces con la realidad. Estaba perdido.
Me puse nervioso, aceleré el paso, tropecé… caí sobre algo duro y me hice mucho daño, me costó volver a moverme.
Era una bolsa vieja, hecha jirones pero bien anudada. La abrí con cuidado y dentro brillaban pequeñas piezas irregulares.
Parecían pepitas de oro. Se me olvidó el dolor de golpe.
Metí la bolsa en el bolsillo para no volver a caer y eché a correr para contarlo.
Tras un buen rato, exhausto y con el aliento fuera, vi a mi grupo.
Llevé la mano al bolsillo. Vacío. La bolsa ya no estaba.
Nadie me creyó. No sabía volver sobre mis pasos.
Pero yo sé que, aunque fuera por un instante, toqué la historia de Roma con mis manos.
Las Médulas
Las Médulas no son solo un lugar bonito, son un Patrimonio de la Humanidad donde Roma aplicó una ingeniería hidráulica descomunal (ruina montium) para deshacer montañas con el empuje del agua y lavar el sedimento en busca de oro. Aún se conservan restos de canales romanos y depósitos que alimentaban aquel sistema, descrito por Plinio el Viejo.
Los estudios recientes hablan de centenares de kilómetros de conducciones; se han documentado del orden de 700 a 800 km de canales entre visibles y reconocidos por prospecciones, una obra civil titánica a cielo abierto.
Oro
Este yacimiento romano fue ante todo una explotación de oro. Las cifras varían según la fuente y la metodología: hay estimaciones conservadoras en torno a ~165.000 kg para todo el periodo de actividad, y otras más amplias que superan 1,6 millones de kg a lo largo de varios siglos. Más allá del baile de números, todos coinciden en la escala descomunal del proyecto.
El entorno
Su paisaje, de impresionantes tonos rojizos y formas irregulares, fruto de la gigantesca explotación minera de oro llevada a cabo por los romanos. Todo ello, rodeado de castaños centenarios y una biodiversidad singular, este entorno no es solo un testimonio histórico de la ingeniería romana, sino también un santuario natural que combina la memoria de un pasado con la belleza viva de la vegetación berciana.
Devastador incendio
Tristemente estos días de agosto de 2025, un incendio forestal ha afectado gravemente al entorno de Las Médulas. El incendio ha forzado incluso a evacuaciones y provocado innumerables daños naturales y materiales, como el mirador de Orellán. El valor natural, cultural e histórico de este paisaje exige cuidado y memoria.
Enclave único
Contar Las Médulas en clase es enseñar ciencia, historia, geografía, tecnología y ciudadanía a la vez Ingeniería antigua, impacto ambiental, patrimonio, orígenes de la economía y lectura crítica de fuentes. Y, sobre todo, es una lección sobre lo que nunca deberíamos dar por sentado.
Recuperación
Hoy, más que nunca, queremos mandar nuestros mejores deseos a los habitantes de los alrededores de Las Médulas. La memoria, la naturaleza y el orgullo berciano volverán a brotar, como cada primavera renace el verde entre el rojo de las montañas. Ojalá que pronto podamos contemplar de nuevo su esplendor, caminar por sus senderos y escuchar el susurro de los castaños al viento. Porque un lugar así no solo se reconstruye. Se cuida, se honra y se comparte para siempre.
