#79 El relato

Jugadores del Real Oviedo y RCD Espanyol detenidos en el campo durante una protesta contra el traslado de un partido de LaLiga a Miami.

El pasado viernes por la noche.

Las redes sociales ardían con una extraña furia colectiva, esa indignación digital que se detecta antes incluso de saber qué está pasando.

“¿Habéis visto lo que ha hecho LaLiga?” “Los primeros segundos, cortados.” “Esto no puede quedar así.”

La curiosidad.

Ese cosquilleo que te avisa de que algo importante acaba de pasar y tú te lo has perdido.

El Carlos Tartiere había sido escenario de algo inusual.

Tras el pitido inicial del colegiado Busquets Ferrer, los jugadores del Oviedo y el Espanyol permanecieron completamente inmóviles en el centro del campo durante quince segundos.

Sin moverse.

Sin tocar el balón.

En absoluto silencio.

Un gesto simbólico, una protesta silenciosa contra la polémica decisión de llevar el Villarreal–Barcelona a Miami.

Un momento que LaLiga decidió no emitir en su retransmisión oficial.

Pero ahí estaba, replicado hasta el infinito en las redes.

Multitud de vídeos grabados desde las gradas del Carlos Tartiere mostrando al resto del mundo lo que pasaba allí.

Todos mostraban exactamente lo mismo.

Los futbolistas de ambos equipos, en pleno césped, protagonizando un gesto de protesta que alguien decidió que no debía emitirse.

Quince segundos que alguien intentó hacer desaparecer de la realidad televisada.

Y sin embargo, existían. En todas partes. Multiplicados. Viralizados. Imposibles de contener.

Finalmente, esos 25 segundos “invisibles” a los que se les añadió otras protestas y opiniones en contra hicieron que el 21 de octubre de 2025, la promotora del evento y LaLiga anunciaron la cancelación del partido Villarreal–Barcelona en Miami, citando la incertidumbre generada por las protestas y la falta de acuerdo con los futbolistas.

Controla el relato

Este relato oficial que intentaba imponerse sirve para reflexionar sobre cómo se consume la información ahora.

En 2025, el relato ya no se controla desde arriba. Se escribe desde los márgenes, desde quien tiene un teléfono y algo que mostrar.

Me quedé pensando en ello.

En cómo una organización con tanto poder mediático había fracasado estrepitosamente en su intento de borrar un momento.

No por falta de recursos o tecnología, sino porque la naturaleza misma de la información ha cambiado.

La comunicación ya no fluye en una sola dirección, desde arriba hacia abajo, desde el emisor oficial hacia el receptor pasivo.

Se filtra por cada rendija, encuentra caminos alternativos, se multiplica en cada compartir, en cada like, en cada vídeo grabado con un móvil desde la grada.

Le estuve dando vueltas a cómo hemos pasado de una sociedad donde la información era escasa y controlada, a otra donde es abundante y caótica.

Y estos nos plantea la pregunta esencial, ¿Cómo educamos para este nuevo mundo?

No solo enseñar contenidos, sino enseñar a navegar un océano de información, donde distinguir lo verdadero de lo falso, lo relevante de lo accesorio y el relato manipulado del hecho verificable.

¿Quién controla realmente el relato en la era digital?

En un mundo hiperconectado, intentar esconder los hechos que se dan frente a miles de personas es tan inútil como tratar de tapar el sol con un dedo.

Esta lección la ha aprendido recientemente LaLiga, tras omitir los primeros segundos del partido entre el Oviedo y el Espanyol.

En esos instantes no televisados, los jugadores protagonizaron una protesta inmóvil que fue rápidamente captada y difundida por los asistentes en redes sociales.

LaLiga intentó controlar el relato, pero el relato se escapó  del estadio.

¿Qué tiene que ver esto con las oposiciones de secundaria?

Mucho más de lo que parece.

La narrativa

El intento de manipular la percepción pública eliminando una parte clave de los hechos es una práctica tan antigua como la historia misma.

En el proceso de oposición, también estás constantemente elaborando tu propio relato

¿Cómo redactas tu tema?

¿Cómo defiendes tu programación?

¿Cómo justificas tus decisiones pedagógicas ante el tribunal.?

Controlar tu narrativa es esencial para que el tribunal vea tu mejor versión, pero sin olvidar que debes ser auténtico.

Lo que presentes debes haberlos “hecho tuyo”.

La era de la transparencia

Los tribunales, como las redes sociales, detectan cuando algo es impostado.

Puedes maquillar tus respuestas, usar frases hechas, adornar tus justificaciones… pero si no hay solidez pedagógica detrás, se nota

La enseñanza de este episodio mediático es clara.

El relato ya no lo controla quien emite, sino quien tiene acceso a la información.

Y hoy, todos tenemos acceso.

Por tanto, en tu preparación, asegúrate de que tu discurso resiste el escrutinio.

Porque si no lo haces tú, lo hará el tribunal.

La autenticidad

La mejor manera de controlar el relato es asegurarte de que tu historia es coherente, sólida y veraz.

Prepárate bien, conoce tu programación, tus unidades didácticas y los fundamentos curriculares.  Así, cuando llegue el momento de exponer, no necesitarás manipular nada. Solo contar lo que has hecho y cómo lo has hecho.

En Opositiva te ayudamos a construir ese relato auténtico y profesional.

En Opositiva  sabemos que la clave no está en esconder los errores, sino en tener una narrativa tan bien armada que ni siquiera necesite censura.

¿Quieres construir un relato que resista cualquier escrutinio?

En Opositiva te preparamos para que tu narrativa pedagógica sea sólida, auténtica y profesional. Porque en la era de la transparencia, la mejor estrategia es la verdad bien construida.

No dejes que tu preparación tenga puntos ciegos.

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