Borroso, muy borroso.
Un pequeño foco ilumina mi cara, me siento raro, como entumecido.
¿Qué ha pasado?
Poco a poco abro los ojos. Me cuesta. ¿Qué pasa?, pienso
Un foco tintineante me ilumina la cara ¿Un foco?
No, espera. Es una farola.
Amanezco tirado en la calle, solo. No reconozco donde estoy, pero parece que no me falta nada. ¿Qué habrá pasado?
Echo la mano al pantalón, ¿Dónde está mi móvil?
No lo encuentro. Parece que sí me falta algo.
Mmmmm… espera. Ya voy espabilando, y recuerdo la conversación que tuve el día anterior con mi amigo Sergio de salir sin teléfono móvil.
- Sergio – ¿Por qué no salimos un rato sin teléfonos móviles? ¿Os acordáis como era antes? Si hasta nos mirábamos a la cara.
- Yo – Pues tienes razón, la verdad es que con lo poco que nos vemos parece mentira que luego estemos siempre pendientes del teléfono.
- Sergio – ¿No te has sentido ignorado en alguna cena en la que todos estaban con sus teléfonos?
- Yo – La verdad que alguna vez sí, o incluso he sido yo quien lo ha hecho. Y lo peor, es que muchas veces ni siquiera es para nada importante.
- Sergio – Pues ¿Qué os parece? ¿Dejamos hoy los móviles en casa?
- Yo – Genial, me parece buena idea.
Mirando hacia arriba, empezaba a comprender… menuda historia. Sí, ¿verdad? En realidad, nada de eso pasó. Nos vimos sin móviles, disfrutamos de nuestra compañía y cuando llegó la hora cada cual se fue a su casa. ¿Por qué empezamos así el post? Debido a un capítulo del libro Aprendizaje Infinito de Sergio San Juan en el que se menciona la gran cantidad de información que tenemos disponibles hoy en día y a que préstamo atención. Puedes saber más de este autor gracias a su proyecto homónimo Aprendizaje Infinito.
La sobreinformación
Como Sergio San Juan expone en su libro, en 1971, el psicólogo y economista Herbert Simon anticipó algo que hoy marca profundamente nuestras vidas personales y profesionales. En la conferencia “Diseñar organizaciones para un mundo rico en información”, formuló una idea visionaria:
“En un mundo rico en información, la abundancia de información significa escasez de algo más: escasez de lo que la información consume. Lo que consume la información es bastante obvio: consume la atención de sus destinatarios.”
La consecuencia directa de esta afirmación es clara: cuanta más información nos rodea, más valiosa se vuelve nuestra atención.
Nuestro día a día es la sobreestimulación constante —notificaciones, titulares, contenidos fugaces— captar y mantener la atención se ha convertido en el recurso más escaso y codiciado. Desde Opositiva queremos ofrecerte recursos para que mantengas tu atención y pongas tu foco en aquello para lo que cuentas con nosotros, obtener tu plaza.
El valor de la ATENCIÓN
En 2o21, Johann Hari escribió “El valor de la atención: Por qué nos la robaron y cómo recuperarla”, un libro que leímos hace tiempo pero del que aún no habíamos hablado. Este libro está basado en el concepto ya expuesto en 1971. De hecho, más de 50 años después de esa publicación la información disponible es abrumadora y tenemos redes sociales e inteligencia artificial. Conceptos, ambos que trataremos en otros posts.
En este libro, Hari describe una fotografía de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, en la que aparecía en una sala llena de personas con gafas de realidad virtual en la que él era el único que se encontraba en la realidad, observándolos y sonriendo, paseándose orgulloso.
La fotografía en cuestión es esta:

Fuente: W Radio, 26/02/2016
A continuación de esta descripción se expone esta reflexión:
“Si no cambiamos de rumbo, teme que estemos dirigiéndonos hacia un mundo en el que «habrá una clase alta de gente que será muy consciente» de los riesgos para su atención y encontrará la manera de vivir sin rebasar sus límites, y después estará el resto de la sociedad, con «menos recursos para resistirse a la manipulación, y esta vivirá cada vez más dentro de sus ordenadores, cada vez más manipulada»”.
La importancia de la pausa
También habla de cómo podemos aprender a leer muy, muy deprisa. Pasamos los ojos sobre las palabras a gran velocidad pero tras examinar a estas personas sobre qué han leído, se descubre que es ritmo es contraproducente. A mayor velocidad, menor comprensión. Muchas veces, hablamos del impacto que tienen las nuevas tecnologías en la adolescencia y la niñez, y es cierto, hay que estar especialmente vigilantes. Por nosotros pasan muchas personas en estas etapas y hay que ayudarles a comprender que hay vida más allá de las pantallas. Pero no te relajes, a nosotros también nos afecta.
¿Por qué cuesta tanto concentrarse para preparar las oposiciones?
Volviendo a lo que nos compete, imagina que estás en una biblioteca de Alejandría del siglo XXI: millones de libros, vídeos, cursos, pódcast, artículos, notificaciones, mensajes… Un verdadero banquete de información. Pero, irónicamente, cuanto más abundante es el conocimiento, más difícil se vuelve consumirlo con provecho. Esta paradoja fue anticipada por Herbert Simon en 1971 cuando dijo: “una riqueza de información crea una pobreza de atención”.
Queremos ser sinceros, lo que enseñamos en Opositiva, lo puedes encontrar por internet. ¿El problema? Sintetizar la información y distinguir el grano de la paja, ese es el trabajo que hemos hecho por ti y además te explicamos el porqué.
Las oposiciones
Aunque Simon no hablaba directamente de opositores, pero sus palabras se aplican con una claridad casi profética: preparar una oposición en un mundo saturado de estímulos requiere convertirse en un verdadero gestor de la atención. La información es abundante, el tiempo poco y la atención escasa. No se trata solo de estudiar más, sino de estudiar mejor, aislando los elementos que dispersan y enfocando los que importan.
Estrategias para opositores: cómo proteger tu atención
Aquí tienes algunos consejos para sobrevivir en la economía de la atención:
- Planifica bloques de estudio sin interrupciones. Usa técnicas como el Pomodoro para mantenerte enfocado.
- Minimiza las fuentes de distracción digital. Silencia notificaciones, limita redes y crea un entorno de estudio limpio, incluso utiliza medios físicos para bloquear el uso del móvil.
- Simplifica tu fuente de materiales. Un buen curso que organice lo esencial vale más que innumerables documentos desorganizados.
- Cuida tu salud. El descanso y el autocuidado también son estrategias cognitivas.
¿Cómo preparar una oposición?
La preparación para las oposiciones en el siglo XXI no es solo un reto académico, sino una batalla por la atención. Ganar esta batalla exige estrategias, conciencia del entorno y elegir bien tus aliados. En Opositiva te ayudamos a poner el foco en lo importante y a eliminar el ruido.
Aunque competimos con muchas otras opciones por tu atención, como academia online, también conocemos las grandes ventajas que nos permite ofrecerte la digitalización: disponibilidad, accesibilidad, ubicuidad y recursos actualizados. Todos ellos son elementos claves para nosotros.
